Cuidado de los alimentos
Los “alimentos secos” están conformados por productos como la yerba, mate cocido, café, arroz, aceite, pan rallado/rebozador, pastas secas, premezclas (bizcochuelo, brownie, pan casero, pizza) o gelatina. Todos estos productos tienen muy baja humedad, razón por la cual podemos almacenarlos a temperatura ambiente en nuestra alacena.
Te dejamos algunos tips para que apliques en el almacenamiento y así te asegures un producto en buenas condiciones durante toda su vida útil:
– Elegí lugares, para utilizar como alacena, que sean cerrados y que no se encuentren en lugares muy húmedos de tu cocina. Este es un tip importante sobre todo para almacenar aceites, ya que deben estar al resguardo de la luz.
– La temperatura de almacenamiento debe ser temperatura ambiente (25°C aprox). Intentá no exponerlos a temperaturas más elevadas durante largos períodos de tiempo.
– Te recomendamos que realices limpiezas frecuentes de los estantes de tu alacena.
– Una vez que abras el paquete, intenta guardar lo que te sobró en frascos de vidrios con cierre hermético o bolsas con cierre tipo zipper.
Cuando hablamos de productos “refrigerados y/o congelados”, nos referimos a todos aquellos que requieren almacenarse a temperaturas bajas. Puede ser en heladera en un rango de 4 a 8°C, y/o en freezer a -18°C.
En Molinos elaboramos una gran variedad de estos productos: vegetales congelados, rebozados de pollo, pescado y vegetales, milanesas, hamburguesas, pastas frescas (ñoquis, ravioles, sorrentinos, etc.), tapas de tarta y empanada.
Te dejamos algunos tips para el almacenamiento de estos alimentos:
– Cuando vayas al supermercado compra este tipo de productos a lo último, para evitar cortarles la cadena de frío. ¡Ideal si podés ir a comprar con una bolsa térmica!
– Recordá no volver a congelar aquellos alimentos que ya fueron descongelados una vez.
Chequeá siempre el correcto funcionamiento de tu heladera y freezer.
Tip: cuando te vas de vacaciones y dejas tu freezer con alimentos, dejá un cubito de hielo. Si al volver está igual, significa que tus productos mantuvieron la cadena de frío; en el caso de que al volver el cubito esté derretido, significa que se cortó la cadena de frío y no te recomendamos que consumas estos alimentos.
– Si abriste el envase, y no lo consumiste en su totalidad, lee las recomendaciones de tiempo de almacenamiento que están escritas en el paquete para disfrutar de la mejor calidad del producto.
– Si tu heladera posee congelador, en vez de freezer, lee las recomendaciones de consumo, ya que como el mismo tiene temperaturas mayores (-4°C) a un freezer la vida útil del producto es más corta.
Por último, te contamos algunos tips de almacenamiento sobre nuestros Vinos para que al consumirlos mantengan todas sus características organolépticas:
– Elegí un lugar para almacenar los vinos que sea oscuro o con poca luz, y que sea un lugar seco. Es decir, que no tenga mucha humedad, alejado de los vapores que se generen en tu cocina.
– Buscá el lugar más fresco de tu cocina para guardarlos. Recordá que cuanto más alto estén los vinos más calor van a recibir, por lo que no te recomendamos arriba de la heladera ni cerca del horno.
– Antes de consumirlos llevalos unos minutos a la heladera para que alcancen una mejor temperatura para su consumo.
– Las temperaturas de guarda ideales para los vinos son las siguientes:
Tintos 10 a 12°C
Blancos, Rosados y Espumantes 6 a 8°C
No te preocupes si no contás con una cava para controlar la temperatura de almacenamiento de tus vinos. Seguí las recomendaciones que te brindamos y vas a disfrutar de todas las propiedades de nuestros exquisitos vinos.